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| Blasón del Marquesado del Buen Suceso (Rumeu, p. 296) |
Encuadrada su vida en el siglo XVIII, el grancanario Bartolomé Hernández Naranjo hizo carrera como militar de prestigio una vez que se trasladó a Venezuela. Allí consiguió amasar una gran fortuna de la que haría muy buen uso en cuanto a inversiones y cambio de status social.
De Venezuela regresó en 1775 para, al poco tiempo, establecerse entre Cádiz y Madrid por mor de la concesión del título nobiliario que se propuso conseguir a toda costa del monarca Carlos III. Para cuando regresó definitivamente a Gran Canaria en julio de 1783, lo hacía como I marqués del Buen Suceso desde 1781 pero, también, gravemente enfermo por una apoplejía sufrida y, además, totalmente ciego a causa del glaucoma. De hecho, fallecerá en noviembre de ese mismo año, disponiendo ser enterrado en la iglesia de la Vera Cruz de los agustinos en Las Palmas, en el sepulcro de sus padres, en la misma calle de Vegueta en la que había nacido el 25 de octubre de 1712.
Como herederos instituyó a su esposa e hijo, Juan Domingo Hernández Naranjo y de Monasterios, quien ostentará el marquesado en segundo lugar ya desde Jerez de la Frontera, ciudad natal de su esposa, desarraigo de las islas que ya mantendrán sus sucesores para siempre (Rumeu, pp. 299-302).
Bien mientras residía en Caracas, bien personalmente en la isla o por medio de su hermano sacerdote, Domingo José Naranjo Nieto, que había hecho carrera en México y regresado a la isla como su apoderado, comenzó a adquirir innumerables propiedades en diversas partes de la isla. Obviamente, destacó la adquisición de la Hacienda del Buen Suceso, desgajada del mayorazgo de Arucas y que dará título a su marquesado pero, por otro lado, no menos importantes y cuantiosas fueron sus posesiones en nuestra ciudad. El 5 de agosto de 1773, desde Caracas y ante el escribano Juan Domingo Fernández, compró una finca en la Hoya de Juan Gallegos (Jinámar). El 21 de septiembre de 1775, en Las Palmas y ante el escribano Antonio Miguel del Castillo, permutó tierras en el Valle de Casares por otras situadas en La Betancora (Rumeu, p. 292).
"Hay que suponer que otros diversos bienes raíces adquirió nuestro biografiado en la isla nativa, en provechosas inversiones durante la etapa caraqueña de su existencia, pero por desgracia no ha quedado constancia de ello” (Rumeu, pp. 287-288). No obstante, gracias a un inventario de 29 de marzo de 1879, mandado a realizar por el V marqués del Buen Suceso y IV conde de los Andes, don Fernando de la Rocha y de la Fontecilla, sabemos de veintisiete amplias posesiones en la zona cumbrera de nuestro municipio. Suman un total de 400 fanegas, 10 celemines y 1 braza de la época, es decir, más de dos millones de metros cuadrados aproximadamente.
Estas posesiones debieron ser adquiridas por el I marqués, bien durante su estancia en Caracas, bien durante su estancia en la isla o mediante su hermano apoderado, dado el citado desarraigo de sus descendientes y sucesores en el marquesado.
Un resumen del inventario que nos ocupa (AHPLP), nos aporta la siguiente información:
Propiedades del marquesado en La Breña:
- 2 fanegas de tierras y arrifes en Las Cuevas de Cubas.
- 4 celemines de arrifes en el mismo lugar.
- 5 fanegas de arrifes y riscos en La Hoya del Escribano.
- 5 fanegas de tierras y arrifes en El Altabacal, al pie de El Risco del Escribano.
- 1 fanega de tierra y arrifes inmediata a la anterior.
- 1 fanega de arrifes y riscos en Los Morros de la Mesa.
- 9 celemines de tierra y arrifes en La Cuevecilla.
- 24 brazas de tierra en La Solana de la Breña con doce horas de reloj de agua del estanque de La Breña (su dula cada treinta días).
- 1 cuartillo y 20 brazas en el mismo punto que llaman La Huerta de Arriba con un día de agua (su dula cada treinta días).
- 10 celemines y 2 brazas de tierra en La Hoya de la Breña.
- 8 celemines, 2 cuartillos y 20 brazas de tierra y arrifes en La Bicacarera.
- 7 celemines, 2 cuartillos y 25 brazas de tierra y arrifes en El Morrillo de la Breña.
- 21 fanegas, 10 celemines y 2 cuartillos de tierra, arrifes y riscos en El Arenal del Cabezo (con tres cuevas).
- 4 fanegas, 2 celemines y 18 brazas de tierra y arrifes en La Mesa.
- 2 fanegas, 3 celemines y 10 brazas de tierra y arrifes en El Lomo del Camello.
- 103 fanegas, 9 celemines, 3 cuartillos y 31 brazas de tierra, arrifes y riscos en el mismo lugar. La lleva Matías Cruz.
- 91 fanegas, 11 celemines y 15 brazas de tierra, arrifes y riscos en “El Risco de las Ortigas” y “Solana de Cazadores”. Lo lleva Juan Rodríguez.
- 19 fanegas y 5 celemines de de tierra y arrifes en “Hoya Bermeja”. Lo lleva Antonia Caballero.
- 1 fanega, 8 celemines y 23 brazas de tierra y arrifes en “La Erilla”.
- 1 fanega, 8 celemines, 3 cuartillos y 23 brazas de tierra y arrifes en “Los Cuchillos”.
- 10 fanegas, 4 celemines, 1 cuartillo y 28 brazas de tierra, arrifes y riscos en “El Gorete” [Guriete]. Lo llevan entre Juan Rodríguez y Juan Caballero.
- 18 fanegas, 11 celemines y 13 brazas de tierra y arrifes en “El Blanquizal”. También la lleva Antonia Caballero.
- 1 fanega, 4 celemines y 3 cuartillo de tierra y arrifes en “Los Escobones”. Lo llevan Antonia Caballero y Juan Caballero.
- 17 fanegas, 7 celemines y 30 brazas de tierra y arrifes en “El Laderón”. Lo lleva Antonia Caballero.
- 68 fanegas, 9 celemines, 1 cuartillo y 14 brazas de tierra, la mayor parte de arrifes y páramos, donde llaman “La Mesa” y “Fuente de la Gaviota”. La llevan los tres (¿anteriores?).
- 9 fanegas, 10 celemines, 3 cuartillos y 6 brazas de tierra y arrifes en “La Abejerilla”.
- 8 fanegas, 2 celemines y 18 brazas de tierra y arrifes en “La Hoya de la Perra”, en “El Salvialillo”.
Como vemos, este inventario nos ayuda, además, a perpetuar en la historia topónimos de nuestra ciudad ya perdidos, así como el recurso al mayoral o guardés por medio de los cuales el propietario de las tierras las mantenía en explotación y rendimiento. En este sentido, destaca la confianza del V marqués en la familia Caballero.
Por último, teniendo en cuenta las diversas propiedades que en la otra vertiente del barranco de los Cernícalos también poseyó el marquesado, entre otras, las que aún hoy se denominan Las Haciendas en Valsequillo (Santana), nos podemos hacer una idea de cuán rico llegó a ser en propiedades agrícolas el marquesado del Buen Suceso, más allá de las aruquenses.
REFERENCIAS
AHPLP. Archivos privados. Familiares y personales. Sall Tascón. Administración de bienes. Inventario de bienes y propiedades (1877-1895). Signatura: FST-005/47.
Rumeu de Armas, A. (1983). "El marqués del Buen Suceso (1712-1783)" en Anuario de estudios atlánticos, núm. 29, pp. 233-302.
Santana, F. (2025). "Haciendas del Marqués del Buen Suceso" en "Valsequillo Digital", 5/09/2025, s/p. https://valsequillodigital.es/haciendas-del-marques-del-buen-suceso/ [consultado el 10/09/2025].


















